Analizamos el primer juego de DryBread para consolas. Un Walking Simulator con aires de Busca Las Siete Diferencias siniestro.
Desde hace ya un par de semanas se ha repetido la expresión de Walking Simulator. Andar por el espacio y no hacer mucho más que admirar el paisaje. Puede que la etiqueta se haya usado a manera de hipérbole en cierto juego abanderado de XBOX, pero este no es el caso aquí. Project 13 sí que es un Walking Simulator, también un juego pasillero y también repetitivo. Pero este juego tiene que ser así. Hay que buscar lo que no cuadra. La anomalía se encuentra o no dentro de un pasillo de la unidad psiquiátrica de un hospital. Lo recorremos y cuando llegamos al final, abrimos la puerta del comienzo del pasillo. Tenemos que demostrar al juego que no es un bucle.
Reglas simples.
Las Reglas son simples. Entramos en el pasillo, vemos algo raro y lo reportamos, salimos y vuelta a empezar. Hay que repetirlo 13 veces acertando si hay anomalía o no para poder salir. Si se falla en una vuelta, se pone el contador a cero. Se resetea todo. Pero la aparición de la anomalías es aleatoria, por lo que no habrá dos partidas iguales.
El juego es corto, no da mucho de sí. La dificultad y por tanto su durabilidad radica en que puede haber anomalía o no. Hay algunas que saltan a la vista pero hay otras bastantes escondidas, por lo que es fácil fallar pensando que no hay nada.
Encontrar lo que no quieres buscar.
Las anomalías son terrores psicológicos, posibles visiones… a cada cual más siniestra y gore. No hacen avanzar la trama pero desasosiegan y añaden dinamismo a la monotonía del juego. Son retorcidas pero un alivio cuando las encuentras, porque eso significa avance.
La ambientación es la de juego de terror. Se respira una atmósfera tétrica. Un pabellón psiquiátrico no tiene que ser la alegría de la huerta, claro. Pero en principio es un pasillo aséptico, con 4 personajes y un periquito recurrentes. Todo ello visto desde la primera persona y con la lente distorsionada de una máscara antigás. Nuestro personaje lleva un traje estanco. El sonido de nuestra respiración está en primer plano y en segundo toses, pasos, ruidos de aparatos y de vez en cuando con otros sonidos viscosos e inquietantes de las anomalías. El aspecto sonoro acompaña a la ambientación. Pero el artístico resulta ser muy plano. Parece realizado con los assets del propio motor Unreal. Que en la versión de PC sí que utilizan el 5 pero en esta todavía no han dado el paso.
Conclusiones.
Project 13 es un juego de encuentra las 13 diferencias un poco desagradable. En el aspecto técnico va muy justo. Pero tiene cierto magnetismo que te incita a probar una y otra vez. Personalmente me costó más de lo esperado porque es muy retorcido. Pero una vez descubiertas todas las posibilidades queda vacío. Incluso el modo Hardcore que le mete contrarreloj a la mecánica no es suficiente.
PROJECT 13
5,99€
