En Techno Banter somos un portero de discoteca que lucha por el éxito del Club. ¿A puños? No, a pura palabra.
Desde Alemania nos llega una historia de Clubs, el mundo underground y superación. Dexai Arts y Crunching Koalas nos enseñan a luchar con la palabra. No a ser asertivos. Aquí se ataca a la persona, se señalan sus puntos flacos y se tira a la cuneta. En el garito no entra cualquiera.
Es más fácil deslizarse por un tobogán que subir una escalera.
Nill abre los ojos y hay una nota pegada al techo: “Get Good”. Una promesa que se ha hecho Nill después de que lo despidieran en lo más alto de su carrera como Jefe de Seguridad, justo antes de su gran oportunidad. Ahora, en este cuartucho con la tele en el suelo, la nevera emitiendo un olor indescriptible y el sofá como único elemento de comodidad tiene que volver a empezar. Volver al Green Door, ese local en Rainbow Drive que no termina de despegar y que tal vez Nill pueda utilizar su buen hacer como puerta para elevar la fiesta al club de referencia de la ciudad.

La Rave y el ciberpunk siempre van a la manita. Techno Banter, mucho más punk que ciber te muestra lo más bajo de la sociedad y cómo se abren paso entre la inmundicia. Porque hay otro estrato, que Nill ha llegado a rozar y que nunca va a permitir que lo agarre. Esa fauna que habita las calles son la que quiere entrar en Green Door y un portero tiene que cribar. Nada de violencia, no queremos a poli por aquí cerca. Acertar quién entra y quién no es cuestión de observación y charlatanería. Una primera parte de preguntar lo adecuado y si no queremos que entre, desmoralizar al personal para que se vayan.
No puedes entrar en Vaqueros.
Rechazar a alguien supone un combate por turnos con unas herramientas limitadas, atendiendo a la clase de persona con la que estamos hablando y lo que dice. Como utilizar las magias elementales, no todos los personajes que quieren acceder a la fiesta responden igual a los ataques, hay que estudiarlos para atacar sus puntos débiles, dejarles sin palabras o humillarles delante de sus amigos. Aún se recuerda en mi grupo de amigos cuando echaron a un colega “por feo”, así de sutil, pero efectivo. Le bajó la barra de vida con dos palabras. En Techno Banter, la batalla dialéctica tiene puntos fuertes, multiplicadores y modificadores de ánimo: un buen RPG por turnos si no se quedase en la superficie. Toca todos estos palos pero no llega a tener mucha dificultad el elegir la frase correcta para la réplica mordaz. La experiencia ganada aumenta se gasta en un árbol de habilidades que en principio parece que sirve para elegir qué aspectos de Nill mejorar, pero realmente es bastante asequible llegar al tope de todos.

Este aspecto en plan esgrima de Monkey Island se combina con una sección de acción (cuando los rechazados se niegan a irse y se llegan a las manos) que recuerda a las luchas del Undertale. Una serie de minijuegos evitando “balas” que está poco balanceado. Y aunque te curres las respuestas este elemento puede llegar a estropearte la noche. El manejo es torpe y no se está preparado para lo que se viene. Como la vida, este juego es fácil, pero también es fácil que todo se tuerza y la discoteca acabe en llamas (que no on fire).
Pero no todo es despejar la cola, las misiones secundarias y las conversaciones que te dan los personajes al límite del mal gusto, atractivos y repugnantes a partes iguales, un punto a favor para hablar con todos. Se presentan nuevos aliados e incluso posibles clientes para el club. Todos personajes extraños que nutren a Nill de experiencia para llenar el árbol de habilidades dialécticas que hará triunfar el Green Door. Porque estamos aquí para hacer despegar el Club y redimirnos ya que estamos.

Buen Ambiente, buena música.
Dexai Arts es una desarrolladora muy activa en el underground Alemán, lo mejor para retratar la escena clubber. La ambientación de toda Rainbow Drive huele a la diversidad de Berlin, representado por una población con todo tipo de humanos o animales antropomórficos que buscan satisfacer sus deseos de diversión sin límites. Todo diseñado mezclando entornos low poli con personajes pixel art. Nill es un perro y comenzamos hablando con un pato con traje. Todo muy normal, un diseño que llama la atención pero que camina de la mano con una historia que tiene las capas de profundidad que quieras manejar.

¿Esto es una discoteca, no? la música es un elemento bastante importante. Una vez más, la desarrolladora tira de experiencia en la música electrónica creando temazos machacones para cada noche de trabajo, alterando el ritmo, los subidones y el volumen a medida que nuestra elocuencia va llenando la acera de cuerpos desmoralizados. Me he encontrado eligiendo zascas sin parar de cabecear al ritmo del temazo de la noche. Todo muy Techno.
Conclusiones.
Probablemente Techno Banter resulte fácil para muchos. Eso sí, hay que tener cierto grado de inglés o alemán para jugar, que no está traducido. Responder a los ataques resulta sencillo cuando te dan las respuestas, y se echa de menos un poco de ambigüedad en las réplicas, está bastante claro cuales son las correctas. A parte de esto, la ambientación, historia y personajes que habitan Rainbow Drive merecen la pena explorarlos. Porque esto va de mucho más hacer el mejor Club de la ciudad, mas que meros cortes. Tiene muchas capas en su historia y mecánicas sorpresa que, como el buen rol, se pueden ver si te adentras lo suficiente.