Getsuga Tenshō, then Getsuga Tenshō.

Bleach, de Tite Kubo, es una de las obras del manga-anime más importantes e influyentes del sector. De ella, han derivado infinidad de shonen modernos e incluso se han inspirado grandes historias actuales. No obstante, Bleach no ha sido una de las licencias mejor tratadas a lo largo del tiempo, al menos no del mismo modo que otras grandes como Naruto, One Piece o Dragon Ball. De hecho, su adaptación al anime fue cancelada en 2012, con 366 episodios, sin llegar a estar terminada.

Todo y con eso, Bleach está teniendo recientemente una segunda oportunidad. Y esto es gracias al gran aprecio que el autor tiene por su obra y el gran cariño que Pierrot, estudio encargado de la adaptación al anime, ha procesado siempre por el trabajo de Kubo. Como había comentado, la serie fue cancelada, lo cual fue debido a su baja audiencia mientras atravesaba unos cuantos arcos de relleno. Esto provocó que el último arco, quizá el más importante de la historia, el de conclusión, no llegara a adaptarse. O al menos no hasta ahora, puesto que en el año 2022 se estrenó Bleach: Thousand-Year Blood War, cuya emisión aún está en activo. Dividida en cuatro cours, esta nueva etapa de la serie pondrá fin a la historia en algún momento u otro de este año para al fin brindar un estupendo broche final.

Aprovechando el filón de este regreso, Tamsoft Corporation y Bandai Namco Entertainment han aunado fuerzas para traernos Bleach: Rebirth of Souls, la nueva adaptación de la licencia al formato videojuego. De esta forma, nos encontramos ante el título más ambicioso que esta haya podido recibir hasta la fecha. Y un servidor ha tenido el placer de poder disfrutar durante unas semanas de toda la oferta jugable que ofrece Rebirth of Souls, así que en las siguientes líneas podréis conocer de primera mano mi opinión al respecto. Y ya os puedo ir adelantando que el resultado es satisfactorio para los fans y bueno o correcto para todo los amantes del género de la lucha, aunque con bastantes aspectos a mejorar.

Ichigo Hollow, “¿Cuál es la diferencia entre un rey y su caballo?”

Bleach: Rebirth of Souls regresa a nuestras consolas en un inicio de año un tanto convulso y cargado de lanzamientos, por lo que quizá a muchos se les haya podido haber escapado del radar. Por ello, vamos a ir desgranando las virtudes y las carencias de esta obra para que conozcáis que puede ofreceros esta nueva propuesta de lucha en 3D de 1vs1. Esta toma reminiscencias de diferentes licencias similares como Naruto Shippuden Ninja Storm o Dragon Ball Budokai Tenkaichi, Sparking Zero, entre otras, para ofrecer su propio estilo y experiencia de juego.

De buenas a primeras, lo que más destaca del juego es la buena intención y fidelidad, así como el aprecio, que el equipo de desarrollo ha imprimido en el desarrollo del título. Se nota que está hecho desde la admiración por el material original, pues hay muchos guiños o aspectos que así lo denotan. Y esto lo vemos, por ejemplo, en uno de los modos principales de su oferta jugable: el Modo Historia. Este está casi adaptado a escala 1:1 respecto al anime, ya que resume y repasa todos los arcos de la serie hasta la batalla por Karakura.

Sin embargo, también está presente, o al menos eso creo, el corto presupuesto con el que han contado para realizar este trabajo. Y digo esto, no porque el producto sea malo, ni mucho menos, si no porque hay un desequilibrio palpable en varios aspectos del juego como en el desarrollo mismo de la Historia; lo cual resulta ser una auténtica pena, pues seguramente de haber pulido ciertas cosas, mejorado otras e invertido más tiempo, estaríamos ante un resultado más redondo.

Pero vayamos por partes, ya que en primera instancia puede parecer un juego sencillo o fácil por su temática anime; pero ni mucho menos es así. La propuesta cuenta con una oferta jugable bastante interesante, la cual ofrece una cantidad de horas muy considerable. En ella encontramos el ya mencionado Modo Historia, facetas sin conexión como el Modo Entrenamiento, Versus o Misiones, y, como no, Combates en línea.

El Modo Historia es la modalidad de juego que más contenido nos puede brindar, aunque lo cierto es que tiene sus más y sus menos. Como ya he comentado, en él revivimos todos los acontecimientos sucedidos desde que Ichigo se convierte en Shinigami hasta que se enfrenta a Aizen. Todo este trayecto está narrado de una forma bastante caótica, utilizando recursos muy dispares y con una falta de cohesión en el conjunto bastante acentuada. Con ello, esta modalidad se siente más como una puerta de entrada para aprender a jugar que un modo en el que vayamos a disfrutar plenamente de lo que se nos cuenta, pues en muchas de las ocasiones acabaremos saltando los eventos narrativos por lo realmente pesados que pueden llegar a hacerse y pasar así directamente a los combates.

El título utiliza demasiados recursos o estilos para representar la historia, pero lo cierto es que ninguno llega a estar a la altura. Nos encontramos con escenas cutres y planos vacíos o parcos en detalles, los cuales resultan poco atractivos. No obstante, esto suele ser menos acuciante y estar mejor trabajado en momentos clave e importantes de la historia, llegando a tener algunos momentos de lucidez bastante interesantes. La verdad es que si aún no conocéis nada de Bleach, os recomiendo encarecidamente que veáis el anime o leáis el manga, puesto que será la mejor forma de disfrutar la obra de Tite Kubo.

Por otra parte, cabe comentar que esta modalidad cuenta también con algunos extras interesantes, puesto que algunos combates tienen misiones secretas. Estas son algunas tareas específicas a cumplir durante las peleas para así desbloquear subhistorias dentro de la propia línea narrativa de la historia. De este modo, obtendremos más detalles e información sobre otros personajes que acompañan a Ichigo en su nada apacible paseo por el Seireitei, las Noches, Hueco Mundo…

La campaña no brilla especialmente, como podréis haber deducido por las líneas anteriores, pero lo cierto es que actúa correctamente como tutorial. Es decir, es una buena forma de aprender a jugar y hay momentos que pueden requerir un tanto de esfuerzo por nuestra parte al presentar una dificultad, no difícil, pero sí desafiante. Y es ahí dónde realmente encontramos la sustancia del videojuego, o la mejor parte del mismo; en la jugabilidad. Esta cuenta con ideas y una base muy interesantes que se traduce en un sistema de combate sencillo, pero con cierta profundidad.

El sistema de combate es sencillo de explicar, pero difícil de dominar. Este se distancia de los estándares y utiliza ciertas particularidades que le aportan personalidad propia. De esta forma, los combates no están divididos en rondas o tiempos, si no que nuestro objetivo será el de reducir las barras espirituales de nuestro oponente. Estas funcionan como si fueran vidas, por lo que la partida se terminará cuando cualquiera de los dos contendientes lleve a su rival a cero. Para ello, contaremos con distintas habilidades, transformaciones, ataques o estados que podremos ejecutar siempre y cuando tengamos la energía espiritual requerida.

Entre los distintos tipos de ataque tenemos: ataques rápidos, fuertes, estrella, rompedores, de persecución o especiales, como los BANKAI. Todos ellos son partícipes de una interesante capa táctica, pues se basan en un sistema de círculo de fortalezas y debilidades; es decir, el típico piedra, papel y tijeras. De este modo, es crucial conocer el triángulo de fortalezas y debilidades de cada tipo de ataques para saber cuando defendernos o atacar, así como contrarrestar las acometidas de nuestro oponente. Por otra parte, cada personaje tiene como mínimo una transformación, o cambio de estado, las cuales hacen gala de una puesta en escena muy espectacular y épica.

Todo este conjunto se siente bastante satisfactorio, funciona bien y resulta muy divertido de jugar. No obstante, el ritmo de los combates puede llegar a deslucir un tanto toda esta puesta en escena tan prometedora sobre el papel. Y es que la extensa duración de algunos combates puede llegar a evidenciar la falta de ataques, combos, dinamismo o más ideas que aporten valor a las peleas. Sin embargo, esta sensación se puede llegar a disipar al jugar con amigos, ya que es de esta forma como más he disfrutado del título. El no saber que va a hacer nuestro amigo, o sí saberlo y actuar en consecuencia, adelantarte a sus movimientos o predecirlos, estar en constante tensión a ver quién da el primer paso y se arriesga a exponer su guardia, en resumen, ver como nos la jugamos el uno otro al otro en un tira y afloja continuo… son factores que rara vez entran en juego cuando estamos contra la IA y aportan un valor añadido muy gratificante a la experiencia.

Compartir las partidas con un amigo o una amiga es la mejor forma de disfrutar de Bleach: Rebirth of Souls, aunque hay una característica que no se ha añadido en el juego y habría estado muy bien incluirla. Se trata del juego cruzado, el cual no se ha tenido en cuenta y podría haber sido un aspecto muy interesante para alargar la vida del juego al brindar una comunidad de jugadores más amplia y rapidez a la hora de buscar partidas.

En lo referente a los personajes, el juego cuenta con un total de 31 luchadores seleccionables entre los cuales se encuentran los más populares, como: Ichigo Kurosaki (en distintos estados), Rukia Kuchiki, Renji Abarai, Byakuya Kuchiki, Kenpachi Zaraki, Mayuri Kurotsuchi, Shinji Hirako, Soi Fon, entre otros… Este plantel puede parecer un tanto escaso si lo comparamos con otras opciones similares del mercado, pero también es cierto que cada uno de ellos cambia bastante el set de habilidades o el estilo de combate cuando se transforma o cambia de estado en plena contienda. Por lo tanto, es una cifra que se antoja meramente correcta y que seguramente acabará creciendo mediante contenidos de pago en un futuro. Además, tenemos el añadido de la forma Final Getsuga Tenshō (Dangai Ichigo) que se desbloquea una vez finalizamos la campaña del juego.

La cantidad de horas estimada de juego que puede ofrecer Rebirth of Souls es bastante dispar, dependiendo de las consideraciones que tomemos en cuenta. Si nos centramos únicamente en su Modo Historia, podríamos estar hablando de entre unas 20 y 30 horas. Aunque si fuéramos a buscar el 100%, misiones secundarias y contenido desbloqueable, podríamos oscilar entre las 40 y las 50 horas. Asimismo, la cantidad de horas que podemos emplear en el resto de modos es incalculable, puesto que aquí ya depende de cada persona y lo que le acabe atrapando la propuesta. Sin embargo, teniendo el Modo Misiones por en medio, podría aventurarme a decir que podríamos estar jugando tanto como quisiéramos.

El Modo Misiones ofrece una experiencia paralela al Modo Historia, la cual está pensada para poner a prueba al jugador con combates más exigentes y desafiantes. Cada misión es aleatoria y nos llevará a enfrentarnos a distintos personajes disponibles del juego con una cantidad limitada de vida e incluso a contrarreloj. Asimismo, se nos puede requerir que venzamos a ciertos enemigos de una forma determinada o usando ciertos personajes o estilos específicos. Se trata de un modo que acaba haciéndose adictivo y además nos proporciona recompensas en forma de objetos, como: aspectos o consumibles.

En cuanto al aspecto visual se refiere, Bleach: Rebirth of Souls presenta ciertos problemas que, una vez más, me hace pensar en esa falta de recursos económicos. La resolución del juego es algo baja, lo que hace que los fondos estén bastante borrosos y carezca prácticamente de detalle, como también pasa con los propios entornos o escenarios. Tampoco se luce en la mayoría de sus cinemáticas, pero lo cierto es que los modelados de los personajes están creados con bastante atino y fidelidad al material original. Asimismo, las animaciones de los ataques especiales, como los Kikon, las transformaciones Hollow o los BANKAI, lucen muy bien y hacen que se sientan realmente espectaculares.

Por último, el apartado sonoro cumple con creces con su cometido con temas bastante bien traídos y pegadizos, así como distintos arreglos inspirados en el anime. No obstante, hay que destacar que, una vez más, una adaptación de anime al videojuego vuelve a carecer de la banda sonora original del material que adapta, perdiendo así una oportunidad tremenda de asegurar el tiro y ganar enteros en cuanto a calidad se refiere. El doblaje de las voces incluye únicamente idiomas en japonés e inglés, teniendo que conformarnos con una buena localización de los textos al castellano.

Conclusiones

Bleach: Rebirth of Souls no es una de las mejores ofertas de lucha en 3D del mercado, pero sí una muy buena opción para todas aquellas personas amantes de la obra de Tite Kubo. Tiene problemas, sí, pero lo cierto es que he podido llegar a disfrutar de muy buena manera del título gracias a su interesante sistema de combate y a la compañía de amigos en su vertiente online. Esperemos que el bueno de Ichigo no nos haga esperar de nuevo otra década para volver a recibir otro juego ambientado en su universo, pero eso dependerá, en parte, de como funcione este.

Ywach, “El mundo no necesita esperanza. Solo certeza. La certeza de que todo llegará a su fin.”

Bleach: Rebirth of Souls

69.99€
7.5

Gráficos

7.0/10

Jugabilidad

7.5/10

Sonido

7.5/10

Duración

8.0/10

Pros

  • Sistema de combate sencillo, pero con cierta profundidad
  • Recreación fidedigna del material original
  • Divertido de jugar, sobre todo con amigos

Cons

  • Parece que haya salido antes de tiempo y que haya tenido poco presupuesto
  • Baja resolución y nitidez de los escenarios o entornos
  • No cuenta con juego cruzado en el Modo Online

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