Si hace tres meses pudimos disfrutar de la versión remasterizada (y completa) del último DMC lanzado al mercado, ahora Capcom se atreve con una versión remozada de Devil May Cry 4, con jugosos añadidos que os contaremos a continuación.

Rehaciendo una leyenda

La cuarta entrega de las aventuras de Dante fue la primera aparición de la saga en Xbox 360, en un hack´n slash muy valorado por la comunidad de jugadores debido a unos combates que iban más allá de aporrear botones como estábamos acostumbrados, donde los combos, su ejecución y la puntuación al finalizar cada fase hacía que os jugadores repitieran una y otra vez cada escenario buscando la ansiada “triple S”. El juego lanzado en 2008 poseía muchas virtudes que se siguen manteniendo en esta remasterización, pero existen otras taras que no se han subsanado (sobre todo en su apartado jugable) y que podrían haberse corregido para esta “Special Edition”.

La historia de Devil May Cry 4 no dejó indiferente a nadie, ya que todo el mundo esperaba controlar a Dante de la misma forma que las entregas anteriores y sin embargo empezamos la historia con otro caza-demonios, Nero. Este personaje, con claras similitudes que su antagonista Dante, posee poderes similares aunque la causa de su lucha es radicalmente distinta a la de su homónimo. Mientras que Nero protege la Orden de la Espada, oradores del Caballero Oscuro Sparda, Dante tratará de impedir los planes que quieren llevar a cabo esta agrupación religiosa. Sin desvelar mucho más de la historia, podemos asegurar que en Devil May Cry 4 encontraremos interesantes giros argumentales, en una historia bastante sólida y entendible aun tratándose de un juego hack ´slash.

Caza-demonios en alta definición

Como no podía ser de otra forma, este Devil May Cry 4: Special Edition cuenta con una resolución de 1080p y 60fps, junto con un lavado de cara que lo necesitaba obligatoriamente debido a la cantidad de años que han pasado desde su lanzamiento original. Aunque la velocidad y agilidad ha aumentado debido a la subida de tasa de frames, el movimiento de los protagonistas se antoja algo tosco y lento comparado con otros hack´n slash más actuales. Esto hará que el juego nos parezca mucho más pausado, con zonas de exploración que resultan algo largas, y unos combates que requerirán más técnica que reflejos.

El apartado jugable presenta claros y oscuros. Por un lado, la remasterización conserva su depurado sistema de combate basado en la técnica de cada jugador, con combos aéreos, agarres y la utilización de diversas armas. Como hemos dicho, y comparándolo con otra revisión reciente como ha sido DMC: Definitive Edition, notaremos menos frenetismo en sus combates, pero eso no quita que disfrutemos de unas peleas muy divertidas tanto contra enemigos sencillos como contra  los enormes jefes finales que nos esperan al final de cada escenario. Ahora bien, el control de los distintos personajes se antoja pésima debido básicamente a las cámaras fijas que prácticamente nos seguirán durante toda la aventura. En los momentos de exploración, sobre todo en localizaciones cerradas y “pasilleras” los giros de cámara nos dejarán en ocasiones vendidos, siendo un problema que hemos visto solucionado en títulos posteriores de la compañía, y que claramente nos revocará a esa época dorada de los primero Resident Evil con cambios de plano inesperados.

Here comes a new challenger!

Centrándonos de lleno en los nuevos contenidos que presenta este Devil May Cry 4: Special Edition, lo primero que llama la atención es la posibilidad de jugar su modo campaña bien con el dúo principal formado por Nero y Dante, otra versión de los hechos con Vergil y una tercera campaña con Trish y Lady como protagonistas.  No penséis que se tratan de skins creadas para la ocasión y que se manejan igual: cada unos de estos caza-demonios tiene sus estilos propios de combate, siendo un valor añadido que incrementa la rejugabilidad del título por tres. Mientras que la combinación Nero/Dante será la “standard”, cabe destacar el particular manejo del dúo femenino formado por Trish y Lady, basándose principalmente en ataques a distancia debido a su potencia de fuego. Por otro lado, Vergil es el único que se enfrenta sólo en esta aventura, siendo un personaje muy polivalente que tendremos que conocer muy bien para sacar el máximo partido a sus habilidades como su teletransporte. Si hay algo que podemos castigar en esta inclusión de nuevos personajes es la poca (o nula) variación de escenarios que veremos entre las diferentes campañas que componen el título. Lo único que cambia son algunas secuencias, con puntos de vista diferentes dependiendo qué personaje elijamos. Por lo demás, nos encontramos con las mismas fases, generando sensación de repetitividad si vamos a completar la campaña con todos los personajes.

Otras de las novedades,(estas de menor calado), son la inclusión de nuevos modos de dificultad adicionales y un modo turbo (como lo que vimos en DMC: Definitive Edition). También seguirá presente el Palacio Sangriento: una arena donde batirnos en duelo con oleadas y oleadas de enemigos. A mi parecer estas novedades se presentan correctas, pues el precio de salida de este juego es inferior al habitual (unos 25€ aproximadamente), aunque es cierto que ya contamos en el marketplace con DLC´s de pago que podrían haber incluido inicialmente en esta versión definitiva.

¿Comprar o no comprar?

Al final de este tipo de análisis a remasterizaciones siempre planteamos la misma pregunta. La respuesta dependerá básicamente de lo fan que seas de la saga. Si ya has jugado al Devil May Cry 4 de Xbox 360 o PS3, esta remasterización no ofrece novedades de peso, ni DLC´s, ni contenido exclusivo por el que merezca la pena desembolsar de nuevo tus ahorros. Solo los más puristas de la saga, lo que aprecien, amen e idolatren este juego verán con buenos ojos esta conversión. Si por otro lado, nunca disfrutaste del juego original, este Devil May Cry 4: Special Edition te asegurará muchas horas de espadazos, puñetazos y combos a un precio bastante ajustado.

¿Preparado para revivir Devil May Cry 4?