Mark Rubin, productor ejecutivo de Call of Duty: Ghosts, ha explicado que desarrollar para seis plataformas fue una “tarea brutal”, y que sumado a la revisión del motor gráfico, la historia y el nuevo mundo, “quizás no fue la decisión más inteligente”.
Comenta que pasaron de 70-80 personas en el estudio a 150, ya que no querían cederles ninguna de las versiones a estudios, sino que “queríamos asegurarnos de que éramos nosotros los que las hacíamos”.
“Sabíamos que sería muchísimo trabajo, y acabó siendo muchísimo trabajo, pero desde luego, era lo que nosotros queríamos“, concluía Rubin.