La última aventura psicótica de Mango Protocol llega por fin a XBOX. Sigue las órdenes de Clem para poder explorar su mansión, hacerla feliz y resolver la historia.
“Tráeme Belleza” Un muñeco de trapo despierta al oír esas palabras. Es un sótano oscuro. La poca luz que llega por las escaleras muestra un libro que al levantarse es el primer objeto que coge el muñeco. La primera acción que hacemos en CLeM, último proyecto de los catalanes Mango Protocol, una aventura narrativa de puzles, magia y oscuridad.
Muchos interrogantes.
A simple vista es una aventura gráfica al uso con exploración y coger, mezclar e interactuar con objetos. Ciertamente el primer capítulo es así, teniendo que encontrar belleza, pero ¿Qué es belleza? Y cuando la encontremos ¿Qué tenemos que hacer con ella? Las intrigas son el motor de este juego que los que nos pide rellenar esos huecos (como el de la cremallera en nuestra cabeza) que deja una mansión solitaria y muy tétrica.

Pronto descubrimos el objeto de nuestra búsqueda y a Clem, la niña que nos ha pedido buscarla que se encuentra encerrada en una habitación y PUM. “Tráeme fortaleza”. Volvemos a despertar al principio. Todo es igual, pero tenemos acceso a ciertas zonas nuevas, poderes nuevos y cada vez es un poquito más diferente. CLeM, el juego, no se queda en la típica aventura gráfica sino que utiliza muchos tipos de puzle diferentes. Desde empujar las cajas hasta los jeroglíficos, ritmo y lógica numérica. Y a pesar de la gran variedad todos y cada uno de ellos están justificados y conducidos por la historia que nos quieren contar.
No sólo un libro cuenta la historia
La dificultad no es muy alta, no nos atascamos en ningún puzle aunque sí en algún punto de la exploración. Pero un elemento que siempre ayuda es el primero que cogemos: Ese libro de Clem que contiene información sobre diferentes insectos y que en otro apartado rellenaremos con lo encontrado, actuando como recordatorio de los misterios que quedan por resolver. Pero al igual que los puzles no es una simple libro de pistas o de objetivos. El libro crea la historia de los objetos que vamos encontrando y de los habitantes de la casa. Cuenta la verdad y entre líneas se encuentran las pistas. Una mezcla de notas hecha por el muñeco, dibujos y restos de notas que dejaron los habitantes de la casa.

Despertamos siempre en el mismo lugar, pero las habitaciones que podemos explorar se van abriendo poco a poco. Existen sombras que aparecen, figuras mirando a través de los visillos pero nuestra exploración es solitaria. La casa y todos sus objetos, las moscas en los platos sucios de la cocina, la puerta sellada con papel y celofán, todas las habitaciones cuentan la historia tan mágica como trágica. El diseño de personajes es marca de Mango Protocol y sus Psychotic Adventures, con trazos simples y pieles blancas. La casa destaca desde el planteamiento de cada habitación a el corte del mapa todo recuerda a los libros de Teo, aunque un Teo adulto y oscuro, donde los días de ir al zoo o visitar a la tía Rosa quedaron muy atrás. Su diseño simple esconde mucha profundidad y narrativa ambiental. Y este es el punto importante en CLeM, todo narra la historia.

Conclusiones
A pesar de un apartado técnico simple, CLeM no se resiente en ningún momento porque ofrece recursos para sus problemas. Arregla un desplazamiento monótono dando un amuleto de teletransportación en el momento justo en el que se nota este inconveniente. Cambia sabiamente de mecánicas en cada capítulo para no resultar repetitivo. El juego detecta posibles momentos de atasco y activa la voz de la cabeza de muñeco. Resulta muy atractivo jugarlo con cascos porque las voces de Clem retumban en la cabeza del muñeco, no al nivel de las voces de Senua, pero sí con muchísima intención.
CLeM es un juego sencillo plagado de pequeños detalles que lo hacen especial y que denotan un cuidado de sus creadores por contarnos una historia no solo a través de las palabras, aunque también hay mucho texto. Tanto, que no es necesario leerlo todo para pasártelo, pero sí para rejugarlo. El juego lo pude pasar en apenas 4 horas, pero todavía me quedarán un par más para completarlo.