Las aventuras y desventuras de Kingdom Come Deliverance II las analizamos en forma de prosa para el menester de los presentes

Aunque ya pudimos ofrecer unas impresiones bastante ajustadas a lo que luego encontramos en el juego completo, ahora es momento de enfundarse nuestra armadura de caballero para poder realizar un análisis en condiciones de Kingdom Come Deliverance II. Una continuación directa de la entrega original donde Warhorse Studios ha podido expandir mucho más sus ideas no sólo en su parte jugable, sino en otros valores de producción para hacer un producto redondo… aunque enfocado a un tipo de usuario concreto como describiremos en la reseña que encontraréis a continuación. Y es que las peripecias de Henry y Sir Hans Capon no son aptas para todo el mundo, especialmente para aquellos que no les guste pasar dificultades.

La crudeza del plebeyo

Cuando hablamos de la época medieval siempre tenemos en mente grandes gestas, caballeros con enormes espadas y unas fanfarrias que nos esperan al acabar con cada malo de turno. Eso sin contar con la princesa que nos aguarda en el castillo, todo un clásico. Una ideología de un marco histórico completamente distorsionada, ya que la realidad es completamente distinta. En el siglo XV la vida era dura, y si no eras nadie importante, era muy difícil salir del lodazal donde te encontrabas. Y eso es lo que le sucede a Henry en todo momento.

Pese a su condición de escolta de sir Hans Capon, no serán pocas las veces que morderá el polvo para volver a ponerse en pie. Sí, es una aventura que gira en torno a los hermanos Wenceslao y Segismundo en el reino de Bohemia y su disputa por el trono. Pero si ahondamos algo más en la historia, todo trata de nuestro protagonista y su supervivencia en un entorno hostil. Porque nosotros no vamos a salvar a los pueblos circundantes, ni vamos a proclamarnos reyes para dar la vuelta a la situación. Nosotros aportaremos nuestro granito de arena en un escenario que se vuelve en nuestra contra cuando menos te lo esperas. Esto se aprecia en los momentos de asedio que viviremos, donde nosotros seremos un hombre más que no cambiará el rumbo de la guerra por mucho que nos empleemos a fondo. Bastante tendremos con aguantar cuatro refriegas seguidas…

La libertad sale cara

Kingdom Come Deliverance II es un título de rol en primera persona donde podremos decidir la personalidad que tiene Henry desde el principio. Si nos gusta la acción siempre estará la opción de ser un espadachín, aunque a lo mejor nos resulta más interesante movernos entre las sombras con sigilo o hacer uso de la oratoria para cambiar el transcurso de los acontecimientos. Escojamos lo que escojamos, poco a poco iremos puliendo nuestras habilidades según las usemos, al igual que hacíamos en Skyrim, por ejemplo.

Más vale que nos familiaricemos con todas y cada una de las actividades que estarán a nuestro alcance. Pese a que la gran mayoría de misiones las podremos resolver de la manera que nosotros consideremos, existen otras tareas “encorsetadas” donde prácticamente se nos obliga a actuar de cierta manera. Por poner un ejemplo rápido, en cierta parte de la aventura estaremos sin ningún tipo de armadura en el inventario, y deberemos desbloquear un cofre con las ganzúas, robar los ingredientes que hay en su interior para después preparar un brebaje concreto. Como no tengas experiencia en el hurto, no te guste moverte entre las sombras o no seas afín a la alquimia y su elaboración, vas a tener un gran problema.

Simulador de lacayo

Eso sí, una vez superas esos momentos te ves recompensado. Notas cómo todo el esfuerzo vertido ha merecido la pena. Una calma después de la tempestad. Los momentos de acción y suspense son buenos, pero he disfrutado igual (o más) las conversaciones o los paseos a caballo sin más premisa que llegar al pueblo vecino. Al final, hay momento para todo y si entras en la dinámica que propone Kingdom Come Deliverance II, se pasarán las horas volando intentando progresar en los problemas que arremeten a Henry.

Y este es el punto que me ha quitado las horas de sueño durante todo un mes. Al final te crees a Henry, ves sus limitaciones e intentas por todos los medios completar de manera exitosa cualquier misión con tal de ganar algo más de experiencia o reputación entre los tuyos. Si después de guerrear hasta la muerte tienes que forjar cuatro herraduras, lo harás encantado con tal de ayudar al prójimo. Si te ves en la necesidad de robar para obtener algo de sustento y no morir de hambre, buscarás el lugar adecuado. Incluso si tienes que cabalgar a un pueblo vecino para dormir en tu propia cama, lo harás sin pensarlo. No termina de ser un simulador de la edad media, pero tiene detalles que bien podrían pertenecer a un simulador.

Paso a paso como debe ser

Y hablando de simuladores, toca el momento de entrar en su mecánica de combate. Este es el punto que más discordancia puede generar. Habrá gente que disfrute del ritmo lento y pausado que puede llegar a tener, y otros usuarios que no entiendan cómo utilizar de manera correcta una espada. Y es cierto que no es para nada fácil, especialmente al principio de la aventura donde no tenemos ni armadura ni armas adecuadas. En estas horas iniciales, hasta dos bandidos de perfil bajo nos pueden amargar la partida.

Todo influye a la hora de meternos en una refriega. No es lo mismo guerrear con espada corta y escudo a hacerlo con una espada larga a dos manos o un garrote. Y por supuesto, no es lo mismo usar un arco, una ballesta o el incontrolable cañón. Hay que familiarizarse con las armas y con la armadura que portemos en ese momento. Mención especial a la equipación, donde nos obligan a vestir una camisa acolchada antes de ponernos la armadura. O una cofia mullida antes de colocarnos el casco.

Siempre con un pie en el cadalso

Como todo en esta vida, la experiencia es un grado. Si ya has jugado a la primera entrega sabrás muy bien por dónde van los tiros. Y si no, poco a poco irás mejorando tu estilo gracias a los maestros y tutores de habilidades que estarán esparcidos por todo Kingdom Come Deliverance 2. Nosotros controlaremos la dirección de nuestra arma para asestar una estocada lateral, un ataque por arriba o un golpe bajo. La defensa será primordial, y habrá que saber cuando defendernos y contraatacar sin que nuestra estamina baje a cero para no quedar exhaustos. Aunque por mucho que sepamos manejar una espada, siempre habrá que pensarse dos veces si merece la pena realizar un baño de sangre o por el contrario es más conveniente pasar desapercibidos.

Cuidado con el peso que puedes soportar

Visualmente, Kingdom Come Deliverance II brilla a un nivel espectacular. Ya sea de noche o de día los paisajes son preciosos. La recreación de los pueblos castillos y todos los objetos hacen que el lore que destila el juego sea inmejorable. Sin entrar en mucho spoiler, incluso desde la lejanía y altura que nos brinda una colina podemos ver el desastre que hemos ocasionado en un pueblo allí a lo lejos. Donde hay un poco más de fallo es en las animaciones, tanto en combate como en las expresiones faciales de ciertos protagonistas. Pero salvando esos pequeños defectos, poco o nada se puede objetar en este apartado. Y para rematar, el juego viene completamente doblado el español, y con un trabajo encomiable.

Lo que me ha hecho menos gracia es la interfaz de su inventario. Es muy difícil hacerse con las diferentes pestañas, escoger una misión como prioritaria, equiparnos debidamente la armadura y comparar los atributos de las diferentes piezas. No está todo muy clarificado, y es un apartado importante dentro del propio juego que nos llevará más tiempo del que nosotros estamos acostumbrados. Tampoco me ha llamado especialmente la atención su sistema de progresión. Es todo demasiado arbitrario… y a no ser que te dediques en cuerpo y alma a una tarea en concreto, no notarás una progresión palpable en el resto de subapartados.

Conclusión de Kingdom Come Deliverance II

Warhorse Studios ha conseguido un “más y mejor” de manual con esta segunda entrega. Seguiremos disfrutando de un Reino de Bohemia que te sumerge por la buena recreación que la compañía ha conseguido tanto en sus parajes, como sus gentes o las tareas que podremos realizar. No es un juego fácil, y siempre estaremos al límite con Henry. Hay que aprender a pelear, tendremos que sobrevivir en una región donde nadie nos regala nada y escoger muy bien nuestras acciones para no acabar mordiendo el polvo.

Kingdome Come Deliverance II es una recreación más o menos fidedigna de la vida en el siglo XV, y eso se nota en cada decisión. No hay combate fácil, y en muchas ocasiones es mejor huir que atacar a un grupo de bandidos. La manera de forjar nuestras propias armas, la alquimia para crear pociones, la compra-venta de objetos… todo está cuidado al detalle. Hasta la manera de equiparnos la armadura exige unas pautas si queremos ir bien pertrechados. Puede que al principio asuste tanta información y ciertas exigencias, pero una vez que entramos en sus mecánicas, atrapa como ninguno.

Hacía tiempo que no trasnochaba tanto con un juego. Haga lo que haga en mi partida, estoy encantado. Disfruto como un niño de los asedios, aunque mi tarea consista únicamente en tirar las escaleras por donde sube el enemigo. Los momentos de sigilo buscando entre habitaciones en el interior de un castillo fielmente recreado es una pasada, aunque difícil a rabiar. Incluso se disfrutan esos momentos tranquilos a caballo hablando con tus compañeros, o de los eventos sociales donde simplemente tendremos que bailar con las mozas del pueblo. Si eres capaz de entrar en las reglas que impone la compañía y eres consciente de que no vas a ser el héroe de turno, sino un campesino más, vas a tener rol para rato.

Agradecemos a Plaion el código cedido para la realización de este análisis y la anterior preview.

Kingdom Come Deliverance II

69.99€
9

Nota Final

9.0/10

Pros

  • Gran inmersión en el mundo medieval
  • La historia principal como las misiones secundarias atrapan
  • Paisajes y diseño de castillos muy logrados
  • Doblado al español

Cons

  • Algunas animaciones no están del todo pulidas
  • Curva de dificultad algo descompensada
  • Los menús y su interfaz pueden ser liosas al principio
  • En algunas misiones te fuerzan a actuar de una manera muy específica

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.