One Last Breath es una aventura de puzzles en scroll lateral creada por un equipo español. Tiene un mensaje claro: Lo estamos haciendo fatal.
En muchas ocasiones cuando se teoriza sobre todos los efectos nocivos del ser humano sobre el planeta se habla del fin del mundo cuando en realidad es el fin de la especie humana. Este egocentrismo es el que nos lleva al desastre. La tierra no explotará. Mutará y su naturaleza crecerá de una forma diferente a la que se conoce y de la humanidad quedarán los restos.
One Last Breath es un juego de puzzles en entorno 2.5D desarrollado por tres estudios españoles (Moonatic Studios, Maniac Panda Games, Catness Game Studios). Nos transportan al final de la humanidad como la conocemos. Ruinas de los últimos alientos de una civilización que hizo lo imposible por sobrevivir. Dejándolo todo en manos de una megacorporación. Mutando los últimos seres humanos en bestias deformes y con instinto asesino.

Y Gaia tomó forma antropomorfa.
De las profundidades del planeta surge Gaia. El último recurso de La Tierra para recuperar el rumbo de la vida. Y es muy esclarecedor cómo se comienza en un bosque verde, en un día soleado para internarse poco a poco en los restos más oscuros de la humanidad. Cada fase es una evolución más profunda que ha llevado al hombre al desastre. Gaia avanza por unos parajes que cuentan las ruinas de la civilización. Ciudades, fábricas y carreteras solitarias tomadas por la naturaleza pero de una atmósfera gris que los de Madrid entendemos muy bien.

Los seres vivos que encuentra Gaia son animales. Los cotidianos que reconocen y aman a su salvadora, y las bestias mutantes resentidas por no darles tregua. Los primeros darán el corazón a la historia, dando momentos cálidos y duros a la vez. Los segundos supondrán el obstáculo de gaia al desenlace. Un último suspiro de la humanidad que ya no existe.
Piezas para avanzar en la historia.
One last breath es una sucesión de escenas a resolver con un puzzle. Accionar palancas, empujar cajas, saltar y agacharse. Las principales mecánicas de cualquier juego de este género. A esto se le añade las propias habilidades de Gaia, como la de controlar las raíces o el salto impulsado con una liana. En este punto chirría que sea un personaje que tenga que huir del enfrentamiento con sus enemigos.
Bebe a morro de obras cumbre del género como Inside y Limbo. En estos casos, los personajes son niños “indefensos” y se entiende que tengan que huir y esconderse. Con Gaia es diferente. Tiene los poderes de La Tierra. Si fuese más ofensiva lo convertiría en otro juego y no tiene que ser así. Pero con este diseño de personaje pierde fuerza y tensión en las situaciones de peligro debido a su condición.

Los puzzles que se plantean en la historia principal no tienen mucha dificultad. No hay ninguno que bloquee en el juego. Es bastante ligero. Aunque me han hecho pensar en un debate actual sobre el diseño de videojuegos y la pintura amarilla. Aquí no está, y se nota. El tono oscuro/gris de todo el juego hace complicado ver según qué palancas o botones.
Conclusiones.
One Last Breath es directo y de mensaje claro. El Juego es corto y por eso invita a descubrir sus varios finales. El final principal es fácil de llevar a cabo. No es un juego complicado, pero invita a explorar las pequeñas posibilidades que tiene. Hay momentos preciosos y otros momentos de rabia hacia lo que estamos haciendo como seres humanos.