Si quieres ver la vida en de mil colores, siempre puedes recurrir a las gamas cromáticas que te ofrece Spray Paint Simulator
Que PowerWash Simulator ha sido un éxito, no cabe la menor duda. Han expandido un género donde el trabajo resulta placentero (quién lo iba a decir) incluso hay estudios científicos donde asocian la relajación que nos provoca este tipo de juegos con el sonido del chorro al chocar contra los materiales o el placer de ver todo limpito. Cogiendo ese testigo, nos llega Spray Paint Simulator, otro gran exponente a juego relajante, aunque en esta ocasión tocará pintar con una pistola todas aquellas paredes, vehículos e infraestructuras que la gente nos demanda. ¿Preparado para ponerte el mono de trabajo?

Una buena preparación es la fuente del éxito
Las comparaciones pueden ser odiosas, y aunque es cierto que contienen muchas cosas en común (algunas muy obvias), el título de North Star Video Games y Whitethorn Games ha sabido evolucionar con nuevas características funcionales que obligan a pensar de una manera algo distinta. Y es que si antes teníamos que pensar en jabones y espumas de colores, en Spray Paint Simulator nuestra principal preocupación será tener cubos de pintura suficientes para culminar nuestra obra.
Para empezar, ya no basta con comprar la pintura deseada y ponerte a rociar el líquido con las pistolas de aire. Primero habrá ciertos rituales esenciales para que todo salga a la perfección. Empezaremos empapelando las paredes que no vayamos a pintar en ese momento, tapando también aquellas zonas que ya hemos trabajado, y quitando todos los soportes que puedan salir perjudicados. Por ejemplo, partes metálicas del autobús, asas, manillas, etc. Una vez que estemos preparado, ya será el momento de pasar a la acción.

Zen cromático
Al igual que en PowerWash Simulator, a medida que vayamos cumpliendo trabajos se desbloquearán nuevos accesorios que nos facilitarán la vida. Desde boquillas con más alcance, pistolas con mayor carga de pintura o incluso escaleras y andamios que nos permitan acceder a zonas elevadas. De hecho, incluso podremos adquirir una pequeño elevador cuando todo se ponga realmente complicado.
Si os lo estáis preguntando, sí amigos, Spray Paint Simulator relaja. Más bien, hipnotiza y relaja. Pasarán las horas volando repasando capas de pintura. Está genial acabar con un color y empezar con otro nuevo. Es muy reconfortante mirar toda tu obra cuando ya la has terminado. En fin, que todo esfuerzo merece su recompensa, y en algunas fases nos esforzaremos más de lo habitual. Esto puede sentar bien o mal, pero hay trabajos donde pasaremos más de dos horas pintando paredes de una galería de arte. Y reconozco que por momentos se hace muy cuesta arriba con todo el curro que implica. Pero con tesón y por tandas, al final todo se consigue.

Trabajo con extra de peligrosidad
Echo en falta ciertos aspectos que le hubiesen venido como anillo al dedo a la propuesta. Para empezar, hay un modo historia como tal, pero no cuentan nada que termine de atrapar. Son todo cuadros de texto bastante insulsos. Tampoco existen varios trabajos a la vez que nos permitan ir de uno a otro a nuestro antojo rascando dinero de donde sea. Al final, con toda la fortuna que iremos amasando seremos suficientemente solventes como para adquirir todo aquellos que necesitamos. Falta un desafío más allá de completar cada nivel al 100%. Algo de gestión, racionar bien nuestro equipo o algo parecido.
La pistola se maneja a las mil perfecciones. Supongo que con teclado y ratón todo debe ser más fluido, pero el manejo con el stick no está nada mal. Como dato curioso, es más fácil visualizar una parte sin pintura que buscar una parte con “roña” para limpiar. Además, (esto es opinión mía), Spray Paint Simulator levanta más la mano con hacerlo todo a la perfección, y aunque haya una mínima parte sin pintar, el juego te lo persona y lo da por bueno.

Entre colegas del gremio todo es mejor
Una cosa que hecho en falta es una opción cooperativa más amplia. En el modo libre sí que podremos invitar a un amigo a que nos eche un cable con la pintura, pero no podremos tener esa opción en el modo historia. No es que sea la experiencia cooperativa definitiva, pero si quieres hablar con un amigo mientras hacéis algo “de provecho”, esta puede ser una buena opción.
Visualmente estamos ante un título que podría estar mejor. No se ve del todo mal, y cada escenario rebosa color por todos sus rincones, pero si nos fijamos detenidamente podemos ver las costuras. Por ejemplo, si nos acercamos mucho a una pared para pintarla, veremos todo muy pixelado. Tampoco hay brillos o reflejos en las partes metálicas que pintamos. No es que sean detalle de vital importancia, pero podría haber estado un poco más trabajado.

Conclusión de Spray Paint Simulator
Hay juegos donde te obligan a trabajar, y como recompensa por tu trabajo recibes una paz mental al ver todo bien realizado. Es lo que sucede con Spray Paint Simulator, lo último de North Star Video Games y Whitethorn Games, donde usar nuestra pistola de pintura puede ser una experiencia de lo más placentera. Aquí no hay tiempo, ni historia ni otros entretenimientos adyacentes.
Deberemos cumplir nuestros objetivos a base de cubos de pintura, esparadrapo y papel. Por suerte, a medida que se vayan complicando las cosas, iremos contando con otros accesorios y facilidades. Un título que si os gusta el género no os podéis perder por las pequeñas pinceladas de originalidad que destila. Y si no te convence, te recuerdo que lo tendrás de salida en Xbox Game Pass para probarlo por cuenta propia.