Ubisoft comienza fuerte este año, ya que semanas después de lanzar al mercado su nueva apuesta por el online competitivo con For Honor (cuyo análisis podéis leer aquí), ahora se atreven con Ghost Recon: Wildlands. Este título, aunque prosigue con el legado de la exitosa saga que ideó Tom Clancy, tendrá importantes cambios como veremos a continuación en el análisis, algunos de los cuales podrán ser bienvenidos y otros pueden no gustar tanto a los incondicionales de la saga. ¡Viaja con nosotros a Bolivia y descubre las ventajas de ser un Ghost!

Bienvenido al paraíso, hermano.

Bolivia será en esta ocasión nuestro destino para desplegar todo el potencial de nuestro equipo Ghost. Olvidaros de los escenarios acotados, reducidos y, en cierta medida, pasilleros que recorrimos en entregas anteriores: en Ghost Recon: Wildlands encontramos una vasta región a explorar, muy cuidada y con diferentes tipos de climatología. Caracterizada generalmente por caminos sinuosos y elevaciones de terreno, también encontraremos pueblos, ciudades, junglas y hasta montañas heladas donde realizar las operaciones de nuestro equipo.

Todo esto se vuelve idóneo para las misiones encubiertas que llevarán a cabo nuestro pequeño pelotón compuesto por cuatro soldados de élite. Como pasó por ejemplo con la anterior entrega, Ghost Recon Future Soldier, la cooperación y juego en equipo serán fundamentales para salir airosos de las diversas situaciones, ya estemos en una fase de sigilo u optemos por pasar a la acción directa.  La posibilidad de afrontar la misión desde la posición que nosotros queramos en el mapeado será un punto a favor en Ghost Recon: Wildlands, ya no sólo a la hora de buscar la mejor manera de entrar en el emplazamiento enemigo, sino a la hora de coordinar una estrategia para asaltar un convoy y arrestar al mafioso que está de ruta.

La manera de iniciar cada misión, y lo más curioso, la manera en que transcurre y finaliza, varía completamente según nuestra habilidad, la de nuestros compañeros, y el factor aleatorio que provoque que tengamos más (o menos) suerte. No serán pocas las veces que estamos haciendo una misión impecablemente bien y que, de repente, un coche enemigo hace acto de aparición esporádicamente dando al traste todo nuestro buen hacer.

Más nos vale cooperar con nuestros compañeros para conseguir el éxito en cada misión.

Sigilo Vs. Acción

Como buen Ghost que se enfrenta a todo un cártel boliviano, deberemos ir bien equipado con la última tecnología armamentística. Dispondremos de un gran listado de armas de fuego que comprenden desde fusiles de asalto, subfusiles, rifles de francotirador, pistolas, escopetas, etc., muchas de ellas completamente personalizables ya no por el color (o skin para los más puristas), sino por el gran catálogo de piezas que hacen varíar sus estadísticas. Tendremos miras telescópicas, silenciadores, varios tipos de cañón, cargadores, accesorios como un lanzagranadas y todo un surtido de empuñaduras para personalizar las armas acorde a nuestro estilo de juego.

No sólo de balas vive el equipo Ghost, ya que contaremos con gadgets fundamentales para el éxito de las misiones, con el dron aéreo como protagonista absoluto de la fiesta. Gracias a este artilugio, podremos dar un reconocimiento por los cielos en un área concreta, y de esa formas marcar a los enemigos, recursos y coleccionables localizados dentro del perímetro disponible. Si a todo esto le sumamos granadas, minas y un sinfín de armamento como apoyos aéreos os podéis hacer a la idea de las distintas formas de enfrentarnos a nuestros objetivos.

El dron será nuestro fiel amigo para conocer las posiciones enemigas.

Desentramado el narcotráfico boliviano

Si nuestro equipo Ghost es importante, igual lo será el cártel al que plantaremos cara. En esta ocasión nuestra némesis será El Sueño, la cabeza visible de una organización muy bien organizada (valga la redundancia). Eso sí, antes poner fin al reinado de El Sueño, tendremos que desentramar todo el organigrama que compone el cártel de Santa Blanca. No serán poco los altos cargos que deberemos eliminar, cada uno de ellos repartido en cuatro facciones diferentes y esparcidos por las 21 provincias que podremos visitar.

La forma de dar con el paradero de cada narcotraficante es, cuanto menos, curiosa. Deberemos recorrer las regiones en busca de información, ya sea a través de interrogatorios a terratenientes o localizando ordenadores con pesquisas sobre el paradero de nuestro objetivo. Una vez halladas las pistas, haremos una serie de misiones principales hasta alcanzar el enfrentamiento final contra el narco de turno. Esto puede tornarse repetitivo (de hecho, lo es) debido a la reiteración del mismo “modus operandi”, que junto con otra serie de misiones secundarias y coleccionables esparcidos por toda Bolivia, alargan más de la cuenta Ghost Recon: Wildlands (unas 20-25 horas si sólo vamos a por los cabezillas del cártel). Aun así, se agradece que Ubisoft haya vaciado de iconos el mapa general, y no llega a agobiar o a ser tan cargante como en otras Ip´s de la compañía (con Assassin´s Creed Unity, Watch Dogs y The Division encabezando la lista).

Para hacer más amenos los trayectos tendremos a nuestra disposición todo tipo de vehículos para viajar por tierra, mar y aire; al igual que un viaje rápido cuando desbloqueemos ciertos territorios. Los vehículos son fáciles de controlar, incluso permiten cierta estrategia si jugamos en equipo, pero sus físicas no están del todo bien pulidas y nos expulsan completamente del realismo y su inmersión. Giros, saltos imposibles, aterrizajes en helicóptero impensables o coches que suben montañas con pendientes del 80% de inclinación hacen que ciertas situaciones tomen el juego como si fuera un GTA antes que una propuesta más seria.

Las motos serán muy útiles si no queremos seguir los caminos estipulados.

Juega solo, pero mejor en compañía.

Un elemento que siempre me ha gustado de Ghost Recon (y de la saga que la acompaña de la mano, el grandioso Rainbow Six) ha sido su opción para juego cooperativo. Jugar con un amigo supone incrementar la diversión, y en Ghost Recon: Wildlands se nota mucho. Ya he citado varias veces la palabra “estrategia” en el análisis, y es que al final Ubisoft es lo que busca con este juego: crear situaciones, meterte en la piel de un Ghost y ser con tus amigos el pelotón más eficaz jamás visto. Si jugamos bien (con esto me refiero a estudiar cada situación, con cada miembro del equipo asumiendo un rol específico) completar cada misión será muy satisfactorio, y siempre estaremos buscando nuevos desafíos, objetivos y misiones, sin preocuparnos lo repetitivas que puedan llegar a ser. Casi podríamos decir que el juego se ha concebido para jugarlo en este modo cooperativo, aunque también es disfrutable en solitario, lógicamente.

Si optamos por ser un “lobo solitario”, contaremos con tres miembros del equipo controlados por la IA, que acatarán nuestras ordenes sin rechistar. Esto no quiere decir que a veces ocurran imprevistos y los compañeros nos la “líen parda”. En alguna ocasión me ha pasado que un compañero se queda atrapado dentro de un edificio, o que se asoma más de la cuenta, y el enemigo al verlo da la voz de alarma. Tampoco tienen un rol en la batalla muy específico, basándose en la mayoría de ocasiones a eliminar a los soldados enemigos, sin cubrir nuestra retirada o completar el objetivo predeterminado. Por suerte, si jugamos sólo, tendremos la ventaja del disparo sincronizado, táctica infalible donde nuestros compañeros abatirán a los narcotraficantes que nosotros previamente hemos seleccionado con una precisión milimétrica.

Ya sea en cooperativo o en solitario, tengo que agradecer los controles intuitivos que encontraremos en Ghost Recon: Wildlands. Pese a tener tantas armas, ayudas, apoyo aéreo u órdenes de pelotón, toda y cada una de las acciones se ejecuta de manera sencilla, y nunca supone un enredo moverse entre los menús. Parece un aspecto irrelevante, pero tener bien simplificadas todas las pestañas y que se acceda fácilmente a todas las opciones, hace que cualquiera desde el principio pueda disfrutar del juego y entrar de lleno en la acción.

Existen urbes más pobladas, pero no será la tónica habitual.

DJ Perico alegrando los corazones

Tiempo de tocar el apartado audiovisual que acompaña a Ghost Recon: Wildlands. Cabe decir que, en los juegos donde se abarca tanto territorio, o inviertes mucho en su diseño y desarrollo, o puede pasar factura. En este caso, el título que analizamos hoy recibe una de cal y otra de arena. Los paisajes son preciosos, y sobrevolar Bolivia en helicóptero (de noche o de día) se convierte en una auténtica gozada. El aspecto negativo viene cuando uno aprecia la repetición de elementos, como en el caso de las edificaciones, llegando incluso a resultar clones exactos. Lo mismo podemos decir de los enemigos, algunas rutas, paisajes, etc. No siempre hacer un juego con mayor expansión de terreno es mejor, y Ghost Recon: Wildlands es una prueba de ello. Por lo demás, aparte de alguna física que se despista de vez en cuando, no he encontrado defectos que empañen la experiencia jugable.

El apartado sonoro, en cambio, sí que cumple con creces gracias a una localización de escándalo. Aparte de encontrarnos con un producto enteramente doblado a nuestro idioma, los enemigos hablarán en Boliviano, con sus frases hechas y su acento característico. No serán pocos los diálogos (tanto nuestros como entre NPC´s) que encontremos en la aventura, y es un detalle que todo se encuentre en nuestro idioma. Lo mismo podemos decir del apartado musical, con unas melodías típicas del país, con interlocutores de radio hablando en todo momento en Boliviano. Para terminar, el resto de sonidos terminan de rematar un apartado de escándalo, con pisadas que nos marcan donde está el enemigo, sonidos de disparos o coches  que nos alertarán de lo que pasa en escena, etc.

Puntuación
Gráficos
80 %
Sonido
95 %
Jugabilidad
90 %
Duración/Diversión
90 %
analisis-ghost-recon-wildlandsUbisoft ha querido expandir la franquicia en todos los sentidos con Ghost Recon: Wildlands y esto ha conllevado aciertos y desaciertos. La capacidad de exploración, los paisajes o la cantidad de opciones estratégicas que existen nunca lo habíamos visto en otro Ghost Recon hasta hoy. Por otro lado, la reiteración de misiones, edificios o enemigos clónicos y una duración del título algo excesiva pueden hacer mella en el resultado final. Eso sí, todos estos aspectos negativos se disipan al instante cuando jugamos con amigos gracias a su modo cooperativo.

15 COMENTARIOS

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.