En Grow: Song of Evertree deberemos restaurar el precioso mundo del marchitamiento por el que se ha visto desolado a través de la alquimia
Nos encontramos en esa época del año en la que se nos acumulan lanzamientos de grandes títulos AAA con mucha acción y frenetismo. Es de agradecer el contrapunto que ofrecen otros títulos de carácter más relajado, permitiéndonos disfrutar de lso pequeños placeres de la vida. Grow: Song of the Evertree nos presenta una aventura en la que deberemos restaurar y cuidar de nuestro mundo natal, el cuál se ha visto desolado por un marchitamiento que ha apagado su llama.
Un título que mezcla los géneros de aventuras, simulación y gestión desarrollado por el estudio australiano Prideful Sloth y publicado por 505 Games. Que cuenta con un diseño artístico muy colorido y una espectacular banda sonora compuesta por Kevin Penkin.
Nuestro protagonista, del cuál podremos escoger entre género masculino, femenino o no binario, emprenderá su misión de devolver al mundo de Alaria a su mejor época mediante la alquimia. Para ello, dispondremos de la ayuda de nuestro tutores, Guía y Alambicus, un libro mágico y un alambique que nos llevarán de la mano para completar nuestra misión. Además, la amistosa criatura alada Kazumi nos ayudará a movernos en un pispas de un lugar a otro del mapa.
Plantando la semilla de los mundos
El primer paso que tendremos que llevar a cabo en Grow: Song of the Evertree será el de plantar la semilla de los mundo en el Árbol Eterno. El gran árbol del que en sus ramas se asentaban diversos mundos que daban vida a Alaria. Gracias a nuestro set de herramientas compuesto por una bolsa de semillas, una regadera, una hoz y un hacha podremos ponernos manos a la obra. Además, podremos hacer uso de la Canción de Myora, una habilidad mágica que se creía perdida y ayudará a dar crecer a la nueva vida que cultivemos.
Nuestras primeras tareas consistirán en arrancar hierbajos, plantar y hacer crecer nueva flora y conseguir materiales rompiendo rocas. Por otro lado, deberemos construir y repoblar nuestra aldea, para conseguir que sus antiguos habitantes y nuevos curiosos quieran asentarse en nuestra nueva comunidad. Cuando ya tengamos un puñado de materiales y esencias con las que construir los primeros edificios de nuestra aldea, comenzarán a llegar visitantes a los cuáles deberemos ofrecer alojamiento y un trabajo.
Aunque pueda parecer abrumador en sus primeros compases, Grow: Song of the Evertree nos llevará de la mano durante nuestros primeros días para comprender sus mecánicas básicas. Deberemos gestionar de forma sensata nuestros recursos para hacer crecer nuestra aldea de forma sostenible. También contaremos con la ayuda de los Eternos, un pequeños seres muy trabajadores que no dudarán en mejorar nuestras instalaciones por un módico precio.
Explorando Alaria
Debido al Marchitamiento que asoló los mundos de Alaria, gran parte del mapa estará inaccesible por la podredumbre. A medida que crezcan los mundos que restauremos en el Árbol Eterno, iremos desbloqueando a su vez nuevas zonas con las que ampliar lo que una vez fue nuestra humilde aldea.
Desperdigados por el mapa, podremos encontrar tesoros, zonas ocultas o cuevas dónde podremos conseguir más materiales y objetos de decoración. Si alguna vez vamos cortos de materiales, también podremos conseguirlos gracias a Alambicus, quién extraerá la esencia de los objetos y materiales que encontremos.
Grow: Song of Evertree irá añadiendo nuevas funciones a medida que avance nuestra partida. Que aunque en momentos puntuales pueda ser algo repetitivo por el maldito farmeo, en términos generales mantiene un ritmo distendido pero con la sensación de qque siempre tenemos algo que hacer.
El sistema de misiones también se va actualizando a medida que conseguimos hitos, evolucionamos nuestros mundos y realizamos encargos para nuestros conciudadanos. Lo que nos proporcionará diversas recompensas en forma de materiales, objetos de decoración o cosméticos.
Hogar, dulce hogar
Una de las partes más destacables de Grow: Song of Evertree es, sin duda alguna, su apartado artístico. El estilo de sus personajes cartoon es muy alegre y su paleta de colores vibrante. Dónde mejor luce en el diseño de sus escenarios, la vegetación y algunos efectos, como los del agua, están muy bien conseguidos. También cuenta con un sistema de iluminación muy resultón, puede que en algún punto excesivo en interiores, pero agradable en todo momento.
Por otro lado, técnicamente el juego no funciona tan bien. La tasa de imágenes por segundo tiene bajones algo bruscos en más momentos de los que me hubiera gustado. Algunas veces sin exceso de estrés gráfico. El juego viene totalmente traducido al castellano, eso sí, con alguna que otra errata notable.
En cuanto a sonido, el juego no cuenta con ningún tipo de doblaje, sólo se comunicará con nosotros mediante líneas de texto. Por último, destacar la gran banda sonora de Grow: Song of Evertree, además de sus efectos de sonidos, algunos de ellos sospechosamente parecidos a los de Zelda: Breath of the Wild.
Conclusiones de Grow: Song of Evertree
En términos generales creo que cumple bastante bien con todo lo que se propone. A nivel de juego de gestión/simulación, Grow: Song of Evertree nos aporta una buena cantidad de contenido con el que hacer evolucionar nuestros mundos a la vez que hacemos crecer nuestra nueva comunidad. Si bien es cierto que en algunos momentos puntuales pueda resultar algo repetitivo, creo que jugado a un ritmo ligero será un título que se mantendrá entretenido durante un buen puñado de horas.
A nivel artístico encontramos un mundo muy bonito que cuidar, que pide ser disfrutado un ritmo algo más contemplativo. Exceptuando algunos problemas técnicos en cuanto a rendimiento, creo que luce bastante bien en global. Eso si, la banda sonora será la que nos haga disfrutar de las rutinarias tareas que tendremos que desarrollar en el día a día en Alaria.
En definitiva, si sois amantes del género estoy seguro que deberíais darle una oportunidad. Un juego que ha salido a precio reducido y puede ofrecer un buen equilibrio entre inversión y diversión durante unas cuantas horas.