Shines Over: The Damned es un juego de aventura y terror desarrollado por el estudio español Juan-Mod Studio.

Shines Over: The Damned es la última propuesta de Juan-Mod Studio. El desarrollador se caracteriza por crear juegos experimentales y visualmente impactantes. Este título fue lanzado a principios de 2024 en varias plataformas. Sin embargo, en Xbox ha tardado algo más en llegar, pero ya lo tenemos aquí.

Se trata de un juego muy original en cuanto a su concepto. Y es que el título ha captado la atención de los jugadores por su enfoque experimental, sus hechuras de demo técnica y su atmósfera inmersiva.

Historia y Ambientación

Shines Over: The Damned sigue a un protagonista sin nombre ni memoria, acompañado por su fiel pastor alemán. Este nos acompañará mientras cruzamos un mundo oscuro y surrealista. La historia se centra en la búsqueda de respuestas y la supervivencia en un entorno lleno de desafíos y peligros. La narrativa es minimalista, escasa y casi inexistente. Esta, sin embargo, deja mucho espacio para la interpretación del jugador y la creación de nuestra propia historia a medida que avanzamos.

Jugabilidad

El juego nos propone una jugabilidad bastante limitada. Combina elementos de exploración en primera persona con desafíos de plataformas y rompecabezas. Aunque todos ellos muy sencillos y cortos. El juego completo no dura más allá de 40 minutos. De ahí que en ocasiones nos hay parecido más una demo técnica que un título completo. Sus capítulos son cortos y el paso por ellos se limita a resolver un puzzle simple o una zona de saltos algo más complicada.

Shines Over: The Damned incluye tintes de terror, pero a diferencia de otros juegos del género, no hay armas ni combate directo; el enfoque está en la evasión, la resolución de problemas y algún quick time event que nos obligará a machacar botones.

Uno de sus sellos es el juego no cuenta con autoguardado. Es una experiencia para superar del tirón. De hecho, no puedes ni siquiera pausarlo, porque irás de inmediato al menú principal donde tu única opción es comenzar el juego de nuevo. Esto es un engorro en algunos momentos si no lo sabes. Así que si tienes que ir al baño aconsejamos que no pauses y que lo dejes ahí, tal cual.  La propuesta en general me ha gustado, es una aventura de 40 minutos intensivos, sin pausas.

Diseño y Gráficos

El diseño visual del juego es impresionante. Contrasta mucho con su parquedad en contenido y duración. Pero se ve como un título de nivel alto. Cuenta una paleta de colores oscura y detallada que crea una atmósfera inmersiva. Los entornos están llenos de detalles y texturas que añaden profundidad y realismo al mundo del juego. Peca un poco de mala optimización en algunas zonas donde la carga de texturas es muy lenta y hay algo de poping en ellas.  Aun así, la dirección artística es una mezcla de estilos oscuros y surrealistas, lo que contribuye a la sensación de misterio y desorientación.

La banda sonora de Shines Over: The Damned es una colaboración entre Akira Yamaoka y Masafumi Takada, conocidos por su trabajo en la serie Silent Hill. La banda sonora es una mezcla de sonidos oscuros y atmosféricos que intensifican la experiencia de juego y crean una atmósfera inquietante y emocional.

Conclusión

Shines Over: The Damned es una experiencia de juego única que combina elementos de aventura y terror para crear una atmósfera inmersiva y emocional. Con su diseño visual impresionante, banda sonora cautivadora y narrativa minimalista, el juego ofrece una experiencia única y diferente a lo que estamos acostumbrados.

Tiene puntos fuertes como la ausencia de guardado, que lo dota de otra profundidad más a nivel jugable, aunque esto puede no gustar a todo el mundo. Su duración es otro lastre para este título que peca de ser excesivamente corto. Esto, y lo minimalista y escaso de su historio e hilo argumental convierten a Shines Over: The Damned en una obra de arte peculiar y que generará tantos detractores como fans.

Análisis de Neon Blood para Xbox Series X. Una aventura narrativa con toques RPG y sello español.

Más no siempre tiene por qué significar mejor. A lo largo de los años, muchos videojuegos triple A con grandes presupuestos a sus espaldas no han logrado dar los resultados esperados. Sin embargo, ciertos estudios independientes han demostrado que con poco se puede conseguir hacer grandes títulos, siempre que se ponga esfuerzo, dedicación y cariño en su desarrollo. El ejemplo más reciente de esto es Neon Blood de ChaoticBrain Studios.

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Con sede en Madrid, ChaoticBrain Studios es un estudio de desarrollo de videojuegos independiente fundado en 2022. Con apenas 4 miembros, se han asociado con la distribuidora Meridiem Games para traernos esta cuidadísima aventura narrativa que ya venía apuntando alto tras participar en eventos como el Big Indie Games Showcase y el Guerrilla Collective 2024.

Y es que Alex, Dani y Roi, los tres artífices de Neon Blood, han conseguido transmitir con su juego una fantástica ambientación neo-noir cyberpunk que nos recuerda a grandes películas como Blade Runner, pero que, visualmente, se basa en RPGs como Octopath Traveler. Una curiosa combinación que funciona muy bien.

Sin más preámbulos, voy a ponerme mi gabardina con leds, encenderme un piti (no fumo, así que hago un canutillo de papel y me lo meto en la boca) y poner a punto mi escáner cibernético para analizar Neon Blood.

«El mundo necesita hombres malos, pues son los que mantienen a raya a los otros hombres malos»

Neon Blood nos lleva al año 2053 para ponernos en el papel de Axel McCoin. Este detective malhumorado, agresivo y adicto a una droga conocida como Spark, comienza investigando una misteriosa serie de asesinatos en la ciudad de Blind City. Pero lo que parece un caso normal de homicidio, acabará desembocando en una compleja trama de corrupción y poder cuyo eje parece ser Ruby Emerald, la acaudalada empresaria que controla la compañía de implantes más importante de la ciudad.

Con la memoria fragmentada por el Spark, Axel deberá llegar al fondo del caso para descubrir la verdad y, al mismo tiempo, averiguar cómo está relacionada con su pasado. Todo en una ciudad dominada por las megacorporaciones y los implantes cibernéticos.

Un investigador caído en desgracia, una mujer fatal, engaños, asesinatos… Realmente, el título de ChaoticBrain Studio cuenta con todos y cada uno de los tópicos del cine negro de detectives. Pero esto no es algo malo, ni mucho menos. El juego sabe perfectamente lo que quieres y te lo da, cuidando su trama y ofreciendo una historia que te mantiene pegado a la pantalla.

Mejor preguntar primero y disparar después

A nivel jugable, podríamos catalogar a Neon Blood dentro del género de aventura narrativa. No obstante, también se han añadido combates por turnos al etilo RPG. Este sistema es realmente sencillo. Principalmente, se basa en alternar entre ataque básico, defender, usar objetos y habilidades especiales. Axel también irá adquiriendo nuevas habilidades a medida que avancemos en la trama, pero de forma automática. No encontraremos ningún menú para gestionar dicha progresión.

Objetivamente, estamos ante un sistema de combate soso y que no aporta demasiado al juego. Da la sensación de que es un aspecto del título que se añadió en el último momento para cumplir los cánones. Los enfrentamientos acaban reduciéndose a spamear el ataque más fuerte de Axel para hacer críticos y combinarlo con la defensa cuando toca. En mi opinión, se podría haber prescindido de ello y mantenido solamente los QTE del final de los enfrentamientos más importantes.

Como comentaba antes, donde verdaderamente Neon Blood saca músculo es en su parte narrativa. Aun siendo bastante lineal, tiene un peso muy importante dentro del juego. Es verdaderamente satisfactorio pararse a hablar con todos los personajes del juego, ya sean principales o NPCs. Cada uno de ellos tiene sus propias líneas de diálogo acordes con su personalidad. Esto les otorga tanto carisma que, aunque el título carezca de doblaje, puedes incluso hacerte una idea de cómo hablarían. Además, leer todo nos ayudará a resolver conversaciones para avanzar en el caso.

Píxeles y neones

A nivel visual, Neon Blood ofrece una estética 2.5D, basada en la utilización de sprites pixel-art 2D en entornos modelados en 3D. Esto se traduce en escenarios con profundidad y muy detallados que combinan a la perfección con los personajes diseñados en 8 bits. La variedad de NPCs incluye incluso cameos de personajes procedentes de otros grandes videojuegos españoles. Como guinda, los momentos clave de la historia se verán representados por unas secuencias de animación que son un verdadero deleite.

La iluminación tampoco se queda corta. La macro urbe de Viridis se divide en dos zonas donde se desarrolla la historia: Blind City, donde los neones y los letreros luminosos alumbran las calles encharcadas por la incesante lluvia, y Dust County, los barrios bajos, donde lo más bonito son las puestas de sol.

En general, el apartado artístico también juega un papel fundamental en la propia narrativa. Ambos distritos representan a la perfección la decadencia, inestabilidad y desigualdad extremas que existen en esta distopía futurista. Mientras los ricos se resguardan en sus lujosos áticos, los pobres sobreviven como pueden vendiendo implantes robados o haciendo negocios sucios.

Por las calles de Blind City, entre los ciudadanos comunes y algunos que parecen más máquinas que humanos por la cantidad de implantes que llevan, vagan adictos al Spark. Yonkis que, a diferencia de Axel, casi han perdido su humanidad por la droga y ahora buscan en las alcantarillas más de esta sustancia, a expensas de perder también la poca cordura que les queda. Mientras tanto, en Dust County las bandas gobiernan los páramos asolados por la radiación y las tormentas solares. La gente se muere de hambre y el único recurso es el mercado negro.

En lo sonoro, destaca una banda muy bien compuesta que bebe de lo mejor de la ciencia ficción cyberpunk para ofrecer una serie de temas de corte ochentero con ritmos synthwave. Música que casa a la perfección con la atmósfera del juego y con los pasos de nuestro protagonista por cada uno de los escenarios de la aventura.

En definitiva

Si disfrutas con la ciencia ficción, las ambientaciones futuristas y las series o películas de detectives, Neon Blood está hecho perfectamente para ti. ChaoticBrain Studios ha conseguido desarrollar una muy buena aventura narrativa que mezcla de maravilla la estética cyberpunk con el cine negro. Aun con todos los clichés del género, su historia está realmente bien escrita y nos presenta una amplia variedad de personajes con los que charlar para conocer más sobre sus vidas o su personalidad.

Es una pena que el alto nivel de desarrollo de la narración choque con un combate demasiado simple metido casi con calzador. Sin embargo, no hay que olvidar que estamos ante el trabajo de solamente 3 desarrolladores y que, muchas veces, no se dispone de los recursos suficientes para lograr un producto redondo. Con todo ello, estoy seguro de que Neon Blood te atrapará con el diseño y original estilo visual que desprende la ciudad de Blind City.

*Agradecemos a Meridiem Games que nos haya facilitado un código de juego para la realización de este análisis*

Francia se enfrenta a un levantamiento distópico gracias a Liberté, la nueva apuesta del estudio Superstatic

Todo conocemos los hechos que pusieron a Francia en llamas allá por el año 1789. Lo hemos estudiado, visto en películas y cómo no, protagonizado con personajes de videojuegos de muchas maneras diferentes. Todos se nos viene a la cabeza Assassin´s Creed Unity y la gran recreación de una París preparándose para el cambio, pero hay un nuevo contendiente que quiere ofrecer otra perspectiva del asunto. Una perspectiva más ficticia, ya que Liberté no se inmuta en presentar en un mismo conflicto a la milicia revolucionarias, al ejército francés, tribus arcanas… y seres de otro planeta. ¿Preparado para el resurgir de la libertad?

Egalité, fraternité y extraterrestré

Liberté es un título creado por el estudio Superstatic y distribuido por Ultimate Games. Nosotros encarnaremos a René, un joven que se alista en las filas revolucionarias para liberar a una ciudad que ha sido asediada por sus gentes y por otras criaturas de lo más extrañas. Por suerte o por desgracia, nosotros mismos estaremos en contacto cercano con una de esas criaturas, que nos otorgará el don de poder “resucitar” para seguir luchando por nuestra causa.

Así que, espada en mano, tendremos que ir interactuando con los diferentes gremios que se localizan en París para al final obtener el resultado más satisfactorio para la ciudad… y nuestra extraña amiga extraterrestre. Una idea que resulta a simple vista muy alocada, pero que el estudio ha sabido integrar muy bien para que todo cobre un sentido serio. Sin llegar a ser el caso, recoge mucha esencia lovecraftiana para crear un contexto donde el misterio alrededor de esta situación nos empuje a querer conocer más sobre el tema.

Su aspecto jugable nos puede recordar mucho a clásicos contemporáneos como Hades o la saga Diablo. Estamos ante un título con vista isométrica donde tendremos que repartir espadazos, puñetazos y cañonazos a todo bicho que se nos cruce en el camino. Tiene mucha esencia rogue-lite, y aunque al principio nos veamos fuertes y poderosos, estaremos destinados a fracasar e intentarlo de nuevo con mejores estadísticas.

El as bajo la manga

Liberté tiene un aliciente que me ha parecido la mar de interesante. Al comienzo de cada run estaremos equipados con el ataque básico, y a medida que avancemos conseguiremos unas cartas que nos otorgarán ciertos poderes especiales. Habrá desde cartas para perfeccionar el ataque, hasta otras con mejoras permanentes en esa partida o algunas que atañen a nuestro disparo. Equiparnos cada una de estas mejoras no será gratuito, y para hacerlo deberemos quemar otras cartas con las que conseguiremos maná.

Y aquí está la gracia del juego. En ocasiones tocará “sacrificar” cartas apetecibles para poner en juego otras mejores, o que nos convengan por la situación en la que nos encontramos. También dependerá del personaje que escojamos, ya que no es lo mismo encarnar a René, que es mas diestro con la espada, a lo que hacen otros héroes con el uso de pistolas como arma principal. En total, tendremos más de 100 cartas de habilidades y talentos para usar de la manera que nosotros deseemos.

Esquiva a las transiciones

Como buen rogue-lite, según vayamos adentrándonos en cada mazmorra iremos descubriendo nuevos objetos, personajes y las facciones correspondientes. Según nuestro grado de apoyo a cada facción iremos ganando unas habilidades u otras. A nuestra disposición podremos entablar amistad con la Corona, los Rebeldes, la Tribu o la Congregación, cada uno con sus virtudes y sus propósitos. Además, el rumbo de la historia también se verá sensiblemente modificado, dándonos la oportunidad de rejugar las veces que hagan falta.

Por desgracia, no es oro todo lo que reluce en Liberté. Detrás de todo este contexto jugable tan bueno, hay elementos que necesitan pulirse a conciencia. Los escenarios pecan de repetitivos, al igual que los enemigos. Hay momentos donde todo parece ser el mismo recorrido, y si me apuráis, casi el mismo escenario. Los cambios de plano son muy abruptos, al igual que las transiciones a una nueva localización. También falta algo más de ritmo, y aunque la historia es interesante, peca de ser demasiado larga y consigue aburrir en ciertos momentos. En total, serán casi 40 horas de revolución francesa si queremos completar los cuatro bandos disponibles. Y hablando de aburrir, puede que esa falta de interés también ocurra porque el juego no viene traducido a nuestro idioma, con todo lo que ello supone.

Conclusión de Liberté

Superstatic nos propone un rogue-lite muy interesante con un contexto que encaja de maravilla (pese a sus misterios paranormales). La combinación de juego de acción con vista isométrica junto con la elaboración de un set de habilidades gracias a las cartas lo hacen único. Además, aunque nos maten tendremos la oportunidad de progresar, tanto a nivel narrativo como en las estadísticas de nuestro héroe.

Aunque con sus bondades, es cierto que Liberte peca en otros aspectos. Es el típico título que le hubiera sentado de maravilla otros seis meses de desarrollo mejorando mapeados, transiciones, animaciones, etc. Pese a la grandeza que quiere mostrar, a veces es demasiado genérico y repetitivo. Todo eso sumado al falta de traducción a nuestro idioma. Aun así, pese a sus carencias, a nada que te guste el género seguro que aceptas la revolución que René y compañía quieren llevar a cabo en el juego.